Creo que tengo que dejar de comer.
Creo que tengo que dejar de comer, y esta foto es un fiel reflejo de ello.
Hace un par de días atrás iba yo caminando tranquilamente por calle Chacabuco, cerca de la Universidad de Concepción , cuando de pronto se acercan a mi dos sujetos, los cuales si bien eran de apariencia inofensiva, debido a su entrada edad, (uno alrededor de los 80 años y el otro un poco menor), si tenían algo de sospechoso en su actuar.
Oiga joven, oiga...., oiga ......, me puede decir donde queda el hospital?. Me dijo el hombre mayor.
Una pregunta un poco rara, pensé para mi, ya que había alcanzado a observar que venían saliendo de él.
Si como no, acaba de salir de él, respondí yo.
Mira “Chelo”, el gordito dice que este es el hospital. Dice el mayor al menor mientras acercan sus rostros y comienzan a susurrarse frases al oído.
Algo más? Es que estoy medio atrasado, agregué yo ( aunque mas que atrasado, estaba molesto por lo de gordito, que se habrá creído al muy mierda)
Si, dice el mayor,... el “chelo” dice que entreguís la billetera y las zapatillas cabro culiao y después te vallai tranquilito por donde viniste,.... mocoso de mierda.
Esa frase llena de groserías e insultos sumado con lo de gordito hicieron que me ardiera la sangre por dentro, y sin pensar respondí, “que te creis viejo culiao,.... salpiquen de aquí si no quieren que les saque la cresta a los dos”. Buena respuesta, (me dije a mi mismo) ya que aunque si bien mi estado físico es deplorable (ya no soy el atlético que era antes), siempre será mejor que el de estos vejetes.
Craso error, acto seguido a mis palabras, llega un puñetazo directo a mi nariz, el que me hace tambalear y luego de varios trastrabilleos, caer al piso.
Trato de pararme pero no puedo, algo me pesa. Es mi guata, inmensa e hinchada, ya que solo hace escasos 5 minutos había almorzado, por lo que quedo tirado en el piso, inmóvil y ardiendo en rabia, mientras los dos viejos me sacan la billetera y las zapatillas (recien compradas), y no solo eso, sino que me sacan toda la ropa, la meten en una bolsa y se van.
La foto adjunta me la sacó con su celular un enano que iba pasando por el lugar, y al cual le di mi mail para que me la mandara. (Enano de mierda en vez de ayudar se dedicó a sacar fotos. Tiene que haberse enojado cuando le dije..... “ayudame poh..... Elena”.
Porque Elena?, me pregunto el.
Elena ...El...ena.....no, el enano, respondi yo, y me cagé de la risa en su cara ).